Atención social al residente
CONTROL DE ENTRADAS Y SALIDAS
El control de las entradas y salidas de todas las personas en Residencia Mañón se realiza para mantener seguridad y vigilancia, constatando que las personas que entran y salen del recinto están autorizadas.
La puerta de entrada tiene un mecanismo de seguridad por el cual solamente puede ser abierta desde el interruptor interior, sin retardo. Por este motivo siempre hay alguien del personal pulsando dicho interruptor, y vigilando la entrada y salida.
El derecho a la libertad, la seguridad y la libre circulación de todas las personas es un derecho fundamental regulado en nuestra Constitución así como en La Declaración Universal de Derechos Humanos. El ingreso en una residencia de mayores no supone la merma de ninguno de estos derechos, puesto que son establecimientos abiertos.
Sin embargo, hay personas que viven en estos centros y presentan trastornos mentales y del comportamiento, teniendo además, algunos de ellos, conductas de riesgo como puede ser el alejamiento de la Residencia sin comunicarlo previamente al personal, pudiendo poner en peligro su seguridad física. La condición de “guardador de hecho”, en la que se convierte Residencia Mañón para este tipo de personas residentes, hace necesario que, para proteger dicha seguridad e integridad, se tenga previsto un protocolo de actuación dirigido a la prevención e intervención ante estas conductas.
TRATAMIENTO DE RECLAMACIONES Y CONFLICTOS
El aumento de la esperanza de vida es un valioso logro de la sociedades desarrolladas, pero no sólo se trata de cuánto vivimos, sino de cómo vivimos durante esos años.
La mediación es “una forma pacífica de gestionar los conflictos, en la que las partes enfrentadas intentan llegar a una solución satisfactoria para todos”. El rol del mediador es fundamental ya que, como tercero imparcial, a través del diálogo y la escucha activa, facilita el contacto entre quienes están en conflicto. El mediador no decide ni resuelve el asunto. El mismo es resuelto por la participación activa de las partes, que generan por sí mismas alternativas que mejoran las relaciones y la convivencia.
Es un proceso extrajudicial, voluntario y confidencial, ya que nadie puede revelar lo compartido.
No son pocos los conflictos que se originan en el ámbito de las personas mayores debido a los cambios del envejecimiento, especialmente en los casos de dependencia y de institucionalización. Es frecuente que las personas mayores se encuentren en escenarios difíciles de gestionar, tanto con los familiares como con quienes les atienden. Desde el momento de la toma de decisiones, pasando por la adaptación al nuevo entorno y las nuevas relaciones interpersonales, todo parece amenazar su calidad de vida, con un nuevo sentimiento de impotencia, desesperanza e inutilidad.
Sin duda la mediación es la alternativa ideal para la gestión pacífica de conflictos en este ámbito. A través de éste método se pueden modificar los procesos de valoración y percepción, y mejorar así el entorno vital de los participantes, sean estos personas residentes, familiares o personal de Residencia Mañón.
En el difícil momento de la toma de decisión de la internación, la persona residente y familiares pueden encontrar en la mediación un espacio donde, cada uno, puede sentirse partícipe de las decisiones que le afectan, y puede llegar a comprender los verdaderos motivos de las decisiones que se toman, disminuyendo las distancias y los sentimientos de culpabilidad. Gestionando los conflictos que pudieran surgir, les permite familiarizarse con su nueva realidad y favorecer su adaptación.
Al personal se le ofrece una vía para poder expresar sus dificultades, siempre dentro de un marco de respeto y de búsqueda de una solución que, ante todo, se propone mantener y mejorar las relaciones interpersonales, y ser beneficiosa para todos.
En definitiva, y teniendo en cuenta la importancia que en esta etapa de la vida tienen la capacidad de decisión, de autodeterminación, el tiempo y la necesidad de mantener las relaciones, la mediación se presenta como la herramienta más adecuada.
La agresividad se considera como una actitud amenazadora, ya sea física o verbal, con riesgo para la integridad física de la propia persona residente o de las personas que le rodean.
Pese a que pueden darse gran variedad de situaciones las medidas preventivas se deben establecer en relación a las necesidades concretas.
Actuaciones dirigidas en aras de la subsanación de errores y para la mejora de la Calidad, con la colaboración de personas residentes, familiares, trabajadores o cualquier persona relacionada directa o indirectamente con Residencia Mañón.
INFORMACIÓN A LA FAMILIA
En distintas ocasiones las personas mayores necesitan optar por un recurso de alojamiento para poder ser atendidas de una forma más especializada e intensa de lo que puede hacerse en el propio domicilio o en el entorno familiar.
Cuando la persona mayor vive y es atendida en una residencia, la familia tiene un importante papel de apoyo, tanto ofreciendo afecto como siguiendo colaborando en algunos cuidados. El hecho de que la persona mayor sea atendida en un centro residencial no implica, ni mucho menos, abandono familiar.
Las familias no deben dejar de desempeñar su papel de cuidadoras, sino que lo han de ejercer desde otra posición, complementando los cuidados profesionales y especializados que se proporcionan desde Residencia Mañón.
La labor de apoyo a las familias, necesaria para afianzar el apoyo a la persona residente y su colaboración, se debe realizar desde la clave de la desculpabilización, incidiendo en la importancia de su apoyo emocional a su familiar, apoyando su capacitación y buscando siempre la motivación a la participación en la Residencia.
INFORMACIÓN INTERNA
La comunicación es la esencia de la actividad organizativa, y es imprescindible para su buen funcionamiento. Una buena comunicación mejora la competitividad de la organización; su adaptación a los cambios del entorno facilita el logro de los objetivos y metas establecidas, satisface las propias necesidades y la de los participantes, coordina y controla las actividades y fomenta una buena motivación, compromiso, responsabilidad, implicación y participación de sus integrantes y un buen clima integrador de trabajo.
En cuanto a la comunicación interna, es decir, la comunicación entre los miembros de la organización, es importante tener en cuenta qué queremos decir y cómo queremos decirlo, y de qué manera se transmite mejor el mensaje, sabiendo que existe una diferencia entre lo que se recibe y lo que se percibe, por lo que se hace de vital importancia fomentar la participación y el compromiso de las personas que forman la organización.
Una buena comunicación es aquella en la que se practica la escucha activa, es asertiva y proactiva. No hay que olvidar que lo más importante en un proceso de comunicación no es lo que se quiere decir, sino lo que la otra persona entiende. Por este motivo es muy importante el feedback, saber que la persona que recibe el mensaje, realmente lo recibe y lo entiende dando una respuesta.
Se divide la comunicación en dos grandes categorías: comunicación verbal y no verbal. El sentido del mensaje puede variar con un mínimo giro del tono de voz o de la expresión facial o corporal.
Uno de los puntos más importantes para que la organización de una empresa funcione con total garantía es la comunicación interna. Sin comunicación es imposible que todos los miembros de la organización vayan en la misma dirección. Además, si esta no es la adecuada resultará imposible aunar los esfuerzos para que la empresa alcance el éxito, se inviabilizarán los planes y se oscurecerán los objetivos a alcanzar.
Resulta fundamental, si queremos que la comunicación tenga resultados positivos, que esté bien canalizada. La comunicación se debe educar y controlar, sabiendo en cada momento y situación cuál es el mensaje que se debe dar y cómo se debe transmitir para que sea más efectivo, ya que una mala comunicación puede llevar a una mala interpretación, con resultados negativos tanto para la empresa como para el personal y clientes.
BAJA DE LA PERSONA RESIDENTE
La tramitación de las bajas definitivas de personas residentes en Residencia Mañón, tanto voluntarias como obligatorias, se producen por diferentes motivos.
La baja de una persona residente supone el momento previo a la pérdida o suspensión de la condición de persona residente y la declaración de plaza vacante.